Rompiendo las reglas
Laila De Luca terminó con corazón roto la primera vez que se enamoró, aquel fue un golpe duro del que aún no se ha recuperado. Cuando vuelve a ver al hombre que la lastimó, la ira bulle dentro de ella. Debería haberle dicho entonces todo aquello que había guardado por tantos años y no inventarse un novio falso. Por supuesto, esa no fue su única mala decisión. ¿En qué estaba pensando cuando aceptó la ayuda de Michelle?
Michelle Ranieri es un hombre que sabe lo que quiere. Construyó la cadena de restaurantes más famosa de país desde cero. No ha llegado tan lejos por detenerse ante los obstáculos y es un hecho que nada lo va a detener de convencer a Laila que están hechos el uno para el otro. Si tiene que fingir ser su novio para ello, pues que así sea. Ella puede poner todas las reglas que quiera, pero todo el mundo sabe que algunas reglas están hechas para romperse.